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Música compuesta por Trevor Rabin. Orquestaciones de Gordon Goodwin, Bruce Fowler y Trevor Rabin. Música adicional de Harry Gregson-Williams.
Dirigida por Gordon Goodwin. Músicos solistas destacados: Lou Molino, Hugh Marsh y Trevor Rabin.
Grabada por Steve Kempster. Mezclada por Steve Kempster, Alan Meyerson y Trevor Rabin. Editada por Will Kaplan y Shannon Erbe. Masterizada por Joe Gastwirt. Album producido por Trevor Rabin, Paul Linford y Steve Kempster.
Música para el fin del mundo
ARMAGEDDON no solamente fue un film críticado desde la perspectiva cinematográfica, ya que según sus detractores apenas ofrecía novedades. De hecho no dejaba de ser un proyecto convencional al servicio de un mismo mensaje: el patriotismo americano salvador de los peligros del mundo. Decíamos que no sólo se interpretó desde la perspectiva cinematográfica sino que en lo referente a la parte musical tampoco se escapó de la crítica destructiva la banda sonora.
Para este film lleno de significación americana y heroica Michael Bay contó con la música de dos alumnos aventajados de Hans Zimmer, Harry Gregson-Williams y Trevor Rabin que ese mismo año colaboraron en la composición de otra partitura de factura similar pero con menor dosis de epicismo: ENEMY OF THE STATE (1998). El resultado fueron estos dos CD con más de ciento veinte minutos de música adictiva.
Para ciertos musicólogos ARMAGEDDON no dejaba de ser un plagio de BACKDRAFT (1991) o de CRIMSON TIDE (1997) de Hans Zimmer; otros buscaban paralelismos con partituras como APOLLO 13. El resultado, pero, se podría redefinir como un ejercicio de síntesis por parte de sus dos autores, Harry Gregson-Williams y Trevor Rabin.
ARMAGEDDON es en cierto modo una guía auditiva de las melodías y recursos de sus dos compositores. La música es dinámica e inspiradamente moderna. Algunos de sus temas zimmerianos aparecen más o menos desarrollados en composiciones posteriores: ENEMY OF THE STATE (Harry Gregson-Williams + Trevor Rabin, 1998), ANTZ (John Powell + Harry Gregson-Williams, 1998), DEEP BLUE SEA (Trevor Rabin, 1999) o CHICKEN RUN (John Powell + Harry Gregson-Williams, 2000). Sobre la capacidad creativa se había destacado el uso reiterativo de la melodía simple —e insustancial—, pareja a la intención comercial. Para ello el sintetizador juega un papel fundamental.
Uno de los aciertos, sin duda, son sus temas retentivos, The Launch es la recreación de un momento épico, el lanzamiento al espacio de la última esperanza de salvar la Tierra, las dos lanzaderas: Independence y Freedom (estos nombres no dejan de ser significativos si tenemos en cuenta que el film se estrenó el 1 de julio en los Estados Unidos). Asimismo 65 Million Years Later juega un papel introductorio muy intenso y da a la voz en off un realce necesario para centrar la narración.
Los temas se ciñen de tal manera a las imágenes que resulta difícil imaginar algún referente distinto al de la acción. De igual manera el tema Armadillo Jump y A.J.’s Return inciden en la acción y el heroismo.
Incluso en ARMAGEDDON tiene lugar un tema romántico: el Harry and Grace Make Peace extraido del tema de Aerosmith I Don’t Want to Miss a Thing que se incluye de manera ambiental en esta score.
Así como avanza la audición la música se torna plena, éste seria un defecto si el argumento del film de Bay exigiese momentos líricos. Normalmente la música «llena» esconde defectos de forma. Un ejemplo es BATTLEFIELD EARTH (2000) de Elia Cmiral o incluso la saga de STAR WARS de John Williams. Este tipo de música de circunscribe a la filmografía de ciencia ficción, más por la influencia wagneriana en Williams que por necesidad de revisar las melodías «espaciales». ARMAGEDDON, efectivamente, da la sensación de plenitud más que nada a causa de la instrumentación electrónica. Como decíamos Michael Bay necesitaba de música dinámica y Gregson-Williams y Rabin le proporcionaron una banda sonora acertada en este sentido. De la misma manera otro acierto consistía en la composición para casi cada escena de un tema musical. A pesar de su ortodoxia —se mantiene una linea compositiva única—, Rabin y Gregson-Williams exploran otro tipo de melodías, aunque en un segundo plano. Demands, Finding Grace o Meet Harry Stamper son temas country que sirven de presentación a uno de los personajes del film y dan variedad al score.
La versión no oficial de ARMAGEDDON consta de cincuenta pistas «oficiosas» y cuatro alternativas referentes a los temas Meteor Shower, Russian Hero, Astronauts y The Drilling Begins. A pesar de su duración y de lo que se ha vertido en su contra ésta era una partitura que se ceñía al argumento del film y cumplía con su objetivo a la perfección.
Valoración:
Joan Martínez [2000-10-21]