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Georges Delerue fue el autor de algunas de las músicas más bellas jamás creadas, un compositor que bebió de una fuente inagotable de inspiración melódica. El volumen de su obra es inconmensurable y su calidad, sorprendente. Los temas recogidos en GREAT COMPOSERS: GEORGES DELERUE (2001), el último album recopilatorio publicado por Varèse Sarabande, procedentes de 33 películas, son una mera muestra de su vasta producción musical. Capaz de capturar la alegría en su música como nadie, pudo llegar a las tinieblas y la aventura de tiempos pasados y, naturalmente, al amor. La música de Delerue es contagiosa, tanto que una breve degustación provoca el irreprimible deseo de más. Tan genuina, libre y natural es la belleza de su música que su descubrimiento provoca un profundo sosiego y bienestar. Desde siempre Francia ha sido una gran cantera de artistas y compositores. De todos ellos, quizás el más adepto a capturar en su música la «joie de vivre» fue un hombre de baja estatura pero que musicalmente fue un gigante entre gigantes: Georges Delerue.
Georges Delerue nació en Roubaix, Francia, el 12 de marzo de 1925. Sus estudios en el Conservatorio de Paris con Darius Milhaud infundieron en Delerue un sentido del clasicismo y una visión artística que le permitió mantener su productividad en piezas de concierto, ballets y encargos especiales, aunque no fue hasta 1960 cuando empezó a brillar en el mundo de la música de cine. Sus años en el conservatorio culminaron con su matrícula de honor en 1949 y el otorgamiento del codiciado premio Gran Prix de Rome. El extraordinario y prolífico trabajo de Delerue en 1960 le valió para convertirse en el portador de la música para las películas de la nueva ola de cineastas franceses, tales como François Truffaut, Alain Resnais o Jean-Luc Godard. La popularidad de Delerue se extendió gracias al renombre y aclamación que obtuvieron dichas películas a nivel mundial. Al final de los años 70 y tras ganar el Oscar por A LITTLE ROMANCE (1979), la continua oferta de trabajo proviniente de los Estados Unidos le empujó a fijar residencia permanente en Los Angeles. Al igual que años anteriores, esta época fue también prolífica. De repente, directores de la talla de Oliver Stone, Bruce Beresford, Norman Jewison, Mike Nichols, Garry Marshall o George Cukor tuvieron acceso a este tesoro francés y es precisamente el fruto de esta colaboración en que se centra el recopilatorio GREAT COMPOSERS: GEORGES DELERUE (2001).
El poderoso adagio para la película PLATOON (1986) de Oliver Stone es, sin duda alguna, uno de sus trabajos más sorprendentes. Escrita para sustituir el Adagio para cuerda de Samuel Barber que Stone usaba con frecuencia en el film, Delerue cayó en la misma desgracia que Alex North en 2001: A SPACE ODYSSEY. Aunque algunas porciones del trabajo de Delerue se pueden oir en la película, gran parte de su trabajo fue dejado de lado en favor de repetidas inserciones del Adagio para cuerda de Barber. Es triste pensar que algunos de los pasajes para cuerda más atormentados, torturados y bellos de la obra de Delerue se encuentran en este trabajo ampliamente infrautilizado.
RICH AND FAMOUS (1981), dirigida por el legendario George Cukor y protagonizada por Jacqueline Bisset y Candice Bergen, contiene uno de los scores más exuberantes de Delerue. De hecho fue también el primero que grabó enteramente en USA.
En la comedia HER ALIBI (1989) de Bruce Beresford, el romance entre un afamado escritor de novela de intriga (Tom Selleck) y una acusada de homicidio (Paulina Porizkova) recibe otro score que rezuma elegancia en cada nota.
Otro de los filmes más exitosos de Delerue de esta épica fue la oda a la amistad de Garry Marshall, BEACHES (1988). Esta película protagonizada por Bette Midler y Barbara Hershey muestra una historia de amistad que comienza en la infancia, reforzada con el paso de los años y, finalmente, truncada por la enfermedad de una de ellas. Delerue recoge la nostalgia y el cariño entre las dos mujeres, así como la tragedia que les acaecerá, y demuestra ser un excelente conductor de una historia intimista de amor, amistad y pérdida.
Un score más oscuro y parisino es el que puede oirse en el film de Natassia Kinski EXPOSED (1983). Kinski, una popular modelo de pasarela, se ve envuelta en el complot de asesinato de un terrorista. Si bien el film gozó de un exito reducido, al menos brindó a Delerue la oportunidad de componer música para una mujer hermosa en Paris. Y efectivamente aprovechó la ocasión para crear un score excepcional.
La secuela de Brighten Beach Memoirs, BILOXI BLUES, fue llevada a la pantalla en 1988 por el director Mike Nichols. Aquí seguimos a Matthew Broderick, como Eugene Gerome, a través de diez semanas de entrenamiento militar en Biloxi, Mississipi. Con el solo de trombón Delerue nos transmite la añoranza y la soledad del personaje.
STEEL MAGNOLIAS (otro score de 1988), adaptación de la obra teatral del mismo título, es una sensible visión de la vida en un pequeño pueblo del sur y examina la relación de unas mujeres de diversa educación cuyo punto de encuentro es el centro de belleza del pueblo. La elocuente dirección de Herbert Ross muestra como las mujeres actuan como un grupo de apoyo en los momentos tristes y de pérdida. El score melancólico y sincero de Delerue proporciona una cálida atmósfera familiar y resulta indispensable para transmitir la emoción del film sin caer en lo sentimentaloide.
La aptitud del compositor para capturar la gracia y el encanto en su música tomó forma en el film británico de 1968 INTERLUDE, protagonizado por Oskar Werner y Barbara Ferris. La película es una conmovedora leyenda de una relación entre una reportera y un director de orquesta. El tema de Delerue alcanzó una gran popularidad en Europa cuando el film se estrenó y perdura como una de sus melodias más encantadoras.
THE ESCAPE ARTIST de 1982 utiliza el guión de Melissa Mathison (The Black Stallion y E.T. The Extra-Terrestrial) y está protagonizada por Raul Julia y Griffin O’Neal en una historia de un joven aprendiz de mago que los adultos explotan en su beneficio. Delerue aplica la música en esta ocasión con pincel fino... oscura en unos momentos, y delicada y bella en otros.
Otros scores destacables de 1988 fueron HEARTBREAK HOTEL de Chris Columbus, PARIS BY NIGHT, TO KILL A PRIEST de Agnieska Holland, TWINS de Ivan Reitman, CHOUANS! de Philipe de Broca, THE HOUSE ON CARROLL STREET de Peter Yates, o A SUMMER STORY (1988). Delerue compuso su mejor música durante este año y MEMORIES OF ME está entre ellas. ¡Es dificil imaginar que tal música pudiera ser concebida en el mismo año en que Delerue compuso otras diez!
Martí Mesquida [2002-03-05]