El nombre de Terence Blanchard resulta más familiar para los aficionados al jazz que a los de la banda sonora. Y la verdad es que esta es una situación que debería cambiar rápidamente. Este compositor compagina su actividad como trompetista de jazz con la creación de eclécticas músicas para la pantalla, siendo especialmente conocida su colaboración con el director Spike Lee iniciada en 1990 con CUANTO MÁS, MEJOR y que continua en la actualidad después de más de diez películas con partituras tan notables como la de THE 25th HOUR (2002).

Las influencias jazzísticas de Blanchard son evidentes en la mayoría de sus trabajos, tales como EVE’S BAYOU (1997), THE CAVEMAN’S VALENTINE (2001) o su más reciente PEOPLE I KNOW (2003), pero en THE 25th HOUR estas influencias parecen diluirse en un mar de originalidad, en una diversidad instrumental poco habitual en medio de un panorama actual dominado por los sintetizadores y por los clichés orquestales.

Para esta recomentable película del siempre polémico Spike Lee, Terence Blanchard ha compuesto una música muy lírica y melancólica, reforzada con recursos instrumentales sugerentes: voces árabes —¿una consecuencia del 11-S?—, guitarra española, piano, gaitas —el origen irlandés de los personajes—, trompeta —como no, tocada por el mismo compositor—, violoncelo solista, percusiones, etc. La música llega en algunos momentos a ser casi lapidaria, acompañando los sentimientos del protagonista (Edward Norton) en sus últimas horas de libertad.

Diversos son los temas remarcables de este CD, destacando el primero (Open Title) que nos presenta el tema principal en torno al cual se desarrolla toda la banda sonora. Es un tema in crescendo, que ya de entrada sorprende al oyente con un triste violoncelo y una distante voz árabe, para rematar con toda la fuerza de la orquesta, mientras en la pantalla se nos presenta una mutilada visión de Nueva York. El carácter intimista de la música es obvio en el tema The Apartment #1 con una sutil flauta, guitarra clásica y piano. Más contundente es Ground Zero, en referencia a la «Zona cero» de Nueva York, donde las percusiones y el regreso de las voces árabes crean un clima realmente acongojante. Todo lo contrario que Playground, una deliciosa versión del tema principal en clave de jazz conducida por el piano.

El CD concluye con un impresionante tema de doce minutos que re-expone el tema principal en una serie de intensas variaciones que nos acompañan en las últimas reflexiones moralizantes del film.

En resumen, se trata de una banda sonora que aparte de quedar bien en la película también se escucha agradecidamente fuera de ella, y que además satisfará tanto a los amantes del jazz como de la banda sonora orquestal más convencional.

Valoración:

Martí Mesquida [2004-02-09]